Ante los grandes cambios que vive el mundo actual,
nos encontramos frente a una gran expansión económica la cual nos hace tener
que cambiar diariamente, por ello vemos que los gobiernos se han empeñado en
crear tratados comerciales que “ayuden” a las economías de sus países, Colombia
no es ajena a esta situación y por ello hoy día vemos que nuestros gobernantes
han negociado varios tratados con distintos países como lo son Estados Unidos,
China, Korea, entre otros, por esto hoy día es más fácil encontrar productos en
el mercado que anteriormente no se veían en los estantes comercial.
Pero toda esta apertura económica deja de lado el
papel de la cultura en la sociedad y su desempeño en las sociedades expuestas a
las nuevas negociaciones.
Con las nuevas tecnologías
se han superado las fronteras y es desde allí donde la cultura se expandes a
nuevos mundos, creando una migración de conocimientos y por qué no, de las
culturas a otras regiones del mundo.
De esta forma la cultura se
ha convertido en una mercancía más dentro de los tratados comerciales entre
países, pero con un valor agregado, ya que intervienen de manera directa en el
desarrollo y social de un pueblo degenerando su identidad.
Todo esto conlleva a que por
medios masivos como la televisión, la radio, medios impresos, internet, entre
otros, la cultura como el comercio se globalice y tenga entrada en países
pobres y débiles culturalmente produciendo una asimilación de nuevas prácticas
culturales y dejando de lado sus raíces, hasta el punto de la pérdida total de
su identidad.
Debemos tener en cuenta
varios elementos, primero debemos tener claro el significado de cultura, la
UNESCO, adoptó la siguiente definición, (Declaración de México sobre las
políticas culturales, 1982)
“Conjunto
de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos
que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las
artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser
humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”.
De acuerdo con lo anterior y
teniendo en cuenta que en Colombia existen un sinnúmero de manifestaciones
culturales que expresan la variedad étnica, religiosa, de costumbres,
tradiciones y formas de vida de su población, así como su riqueza natural y
diversidad de climas, geografías y paisajes, entre otros, que se relacionan con
temas culturales como arqueología, festividades, mitos y leyendas, danzas y
personajes, de cada uno de los departamentos de Colombia, podemos comprender de
manera fácil y rápida los aspectos más relevantes de la cultura propia de cada
región, con el fin de estimular el conocimiento y difusión de la riqueza
cultural del país en todas sus expresiones.
Se supone que todos los
temas culturales quedan excluidos de una negociación como lo es un tratado de
libre comercio y se crea una reserva para que los países en convenio pongan
allí los temas concretos que se mantendrán intactos al finalizar las
negociaciones.
La idea de un tratado
comercial es que se tenga un equilibrio entre lo que compramos con lo que
vendemos, en cuanto a la cultura los gobiernos, como el nuestro, subsidian e
intensifican la promoción de su diversidad cultural, para que ello permita su
permanencia frente a la globalización.
Si aún no aclaramos por que
la cultura es tan importante entonces evaluemos el tema idiomático. A pesar de que el idioma no es un bien ni un
producto que se pueda medir o comprar, está íntimamente relacionado con la
cultura, es necesario hacernos la pregunta, si el español es una lengua mayor
cuando la comparamos con otras lenguas, ¿por qué debemos asimilar el inglés
como nueva lengua? quizá para un futuro lejano ya no se hable español y el inglés
sea incorporado en nuestras vida en una mezcla de spanglish que difícilmente
podremos entender
Con todo lo anterior podemos
ver que si el equilibrio no se da entre los aspectos a negociar, la cultura
queda a disposición del mejor postor, la diversidad afectara nuestras creencias
y nuestras raíces, nuestros pueblos, que evidentemente están en desventaja por
la gran oleada de costumbres que llegaran al país, pues vemos que estos sitios
abren sus puertas al turismo y por congraciarse con los nuevos y miles de
visitantes adoptaremos costumbres que no hacen parte de nuestra cultura,
estaremos invadidos por la necesidad de prestar el mejor de los servicios a
nuestros foráneos visitantes, y poco a poco adoptaremos todo aquello que no
refleja nuestra idiosincrasia.
Es prudente que el gobierno
tome en cuenta lo dicho por aquellos quienes saben y conocen del tema pues de
reflejarse su ausencia seremos absorbidos y olvidados como nación única y
distinta en el mundo, es cierto que un tratado de libre comercio nos coloca en
las páginas sociales y nos muestra como nación en el mundo entero, pero ya que
no somos una fuerte potencia, corremos el riesgo de ser una país sin identidad
y sin historia como hasta ahora se está demostrando.
Para concluir es
imprescindible rescatar que se debe dejar en claro con la apertura a los
tratados de libre comercio que la cultura de un país no se debe negociar y
mucho menos ponerse en la mesa de un TLC, ya que refleja nuestra identidad como
país o como nación independiente con sus propios valores; La música, el arte, la literatura, las
tradiciones y demás manifestaciones culturales se deben proteger para que la diversidad
cultural externa no interfiera en la evolución social de una nación, pero no
por ello debemos dejar que los contenidos, por ejemplo de la televisión, sean
superficiales y de baja calidad sin aportar contenido cultural. Las condiciones
están dadas y éstas deberías ser equitativas para no ser invadidos por el
consumismo y demás anti-valores que se encuentran en el mundo.
Sin tratados de libre
comercio una nación tiende a cerrarse al mundo entero y por ende su desarrollo
se verá truncado mucho más, pero sin cultura tiende a perderse su identidad y
desarrollo de juicio ante posiciones de otras naciones… entonces ¿Que podemos
hacer?
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